jueves, 6 de septiembre de 2007

La crisis de los 30

Pues sí, para aquellos que no lo supieran o no se han acordado: hoy cumplo 30 años. Y no sé si ha sido la presión pero he tenido tres grandes despistes.

El primero fue olvidarme de poner el despertador y levantarme casi media hora tarde. ¡Qué me pase a mi eso! Yo, que no creo que haya justificación para llegar tarde y menos aún para dormirse. De todos modos, no llegué tarde al trabajo y hasta me dio tiempo a asearme y desayunar. Creo que el truco está en levantarse con tiempo de sobra de tal modo que si un día te despistas y duermes algo más de la cuenta, sigues llegando puntual.

El segundo pequeño desastre fue que me puse a hacer un zumo de naranja en el exprimidor eléctrico y exprimí media naranja sin darme cuenta de que estaba cayendo todo el zumo por la encimera porque había olvidado poner un vaso. ¿Estaré empezando con el alzheimer?

Y el tercer despiste y el más grave de todos fue olvidar que hoy era el cumpleaños de la Noe. Vamos a ver: cada año estoy con el teléfono en la mano esperando a que den las 12 del día 6 del mes de septiembre, para felicitarle antes de que ella me felicite a mi. Pero este año, como estaba tan preocupada por mi misma, intentando detectar por donde me iba a atacar la crisis de los 30, no pensé en mi amiga.

Mi hermano, manteniendo la costumbre familiar instaurada hace años, me regaló un libro. Este año fue uno de corte y confección para ver si consigo aprender a hacer algo más que coser bajos de pantalones (que para mi es muy importante ¡lo que yo me ahorro!)

Y por la tarde lo celebré yéndome con mi madre y una tía al prao a tomar el sol y pintar la chabola. Los que la conocéis ya no la vais a reconocer. Prometo colgar una foto.

Pero de crisis nada. Yo me miro en el espejo y me veo igual que ayer, me escucho y sigo sonando igual de conformista y feliz. Así que de crisis... nada de nada.

Comentarios:
Anda prima, que además de los bajos de los pantalones yo sé que haces cojines para el sofá y te quedan preciosísimos... Enhorabuena por los 30, yo no sabía cuántos te caían... Creo que a mi la "crisis" me vino a los 31, me duró 10 minutos y más que nada era por las circunstancias que me rodeaban en ese momento. Dice mi madre que estuvo contigo en el prao, que la chabola no la vamos a reconocer... ¿será que ahora ya es un chalet?
 
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