sábado, 1 de diciembre de 2007

Un montón de cosas

En ocasiones no tengo nada que contar y sin embargo hay días que necesitaría tomar notas de todo lo que quiero comentar. Como no lo hago, se me olvidan las ideas. Haré un esfuerzo.

Para empezar, tengo que comentar las otras dos películas que fui a ver al festival. Durante la semana fui a ver Import/Export. Básicamente la película me gustó a pesar de las escenas de sexo, para mi, cruel y de que casi no podía leer los subtítulos. En la película hablaban en ucraniano y alemán, pero de Austria; es decir, con mis escasos conocimientos y encima un acento al que no estoy acostumbrada, poquito pude entender. En la parte inferior de la pantalla había subtítulos en inglés, pero solo podía leer el principio y el final de las frases porque en medio veía la cabeza del que estaba sentado delante. Y de los subtítulos en español ni hablamos, porque estaban debajo de la pantalla. ¡Ay! Y ese día fui sola al cine.

La otra película que fui a ver fue Aguirre, la cólera de Dios. Forma parte de la selección de "nuevo cine alemán". Y por supuesto esa la fui a ver con El Alemán. Narra la historia de un grupo de conquistadores españoles en el Perú de 1570, perdidos en la selva, acechados por los indios, sin apenas comida y buscando El Dorado. Lo más gracioso de la película, a parte de los alemanes haciendo de españoles, es Aguirre interpretado por Klaus Kinski: todo un personaje. El Alemán dice que se interpretaba a sí mismo.

Ayer después del cine fuimos con Anacari y Lucy a tomar algo y acabamos cenando en el Galicia. Para los que no lo sepáis, El Bar Galicia perteneció durante años a la familia de Anacari, ella se crió allí, incluso vivían en la vivienda que está justo encima del bar. Hacía ya algunos años que no entrábamos allí las tres juntas y nos dio bastante morriña. Recordábamos cuando íbamos a buscar a Anacari para salir... ¡a la una de la mañana! ¡Menuda locura! No me sacan a mi a esas horas de mi casa hoy en día ni con camisa de fuerza.

Pero lo más gracioso es que después de meterse un pimiento del Padrón en la boca, Anacari exclama: ¡Ah, pues están ricos estos pimientos! Increíblemente nunca los había probado. Ella, cuyo corralito fue una pota de pulpo forrada con espuma...

Y ya lo último. Mi hermana escribió en su blog sobre un libro que yo tenía de pequeña y nos hemos puesto nostálgicas recordando las primeras lecturas, la biblioteca de Begoña... Y yo ayer fui con "mis niños" a la biblioteca del cole a hacer lectura silenciosa y de repente descubrí en una estantería toda la colección de libros de Puck. En cuanto acabe el libro que estoy leyendo me voy a hacer socia de la biblioteca del cole y voy a releer todos los libros de nuestra infancia.

Creo que por hoy ha sido suficiente.

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