miércoles, 20 de febrero de 2008

Si me pongo en su lugar...

Hace tiempo os conté que tenía una nueva alumna que no hablaba español. Pues hace a penas dos días se incorporó otra niña extranjera a mi clase.

Lo mejor de todo es que a pesar de no hablar ningún idioma en común, se entienden. Ayer las observaba mientras que trabajaban juntas y se morían de la risa. ¿Cómo no se van a entender? Al menos a nivel sentimental sus experiencias tienen que ser muy parecidas.

Pongámonos en su lugar: imaginémonos que cuando tenemos 10 años nos sacan de nuestro entorno para llevarnos a otro lugar completamente distinto. El clima, la comida, el lenguaje, las relaciones sociales... Todo es distinto. Y nos separan durante 5 horas de lo único que nos une a nuestra anterior vida, que nos da seguridad y que conocemos: nuestra familia. Y pretenden que nos adaptemos, que seamos felices, que aprendamos un idioma y nuevos usos sociales. ¿No es demasiado?

Por eso cuando me pongo en su lugar, las admiro. Y es como si me hubiera tocado la lotería cuando me hablan de modo espontáneo para intentar decirme algo así como que tengo ojeras o se rien entre ellas.

Comentarios:
Soy también extranjero y me tengo que adaptar a las costumbres españolas. A ver si entendí bien la lexión y te hago si te hubiese tocado la lotería: Tienes agujeras, jajaja.
 
Jajajaja... Te voy a tener que castigar a escribir cien veces los errores.
 
Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]