¡Qué fea estás con fores!

Después de días de sol, hoy ha amanecido nublado y frío. Tenía consulta con el cirujano, así que cogí la bici y me fui al ambulatorio. La mala suerte la descubrí cuando llegué y me di cuenta de que no tenía el candado de la bici. No me daba tiempo a volver a casa a por él, así que opté por dejarla apoyada en la puerta del edificio porque había un señor que trabaja allí que la podía vigilar. El único problema era que el trabajador era un vendedor de cupones y si me la robaban no podrán describir al ladrón y tampoco podría pasar por suya la bicicleta. Así que le dije que la dejaba apoyada cerca de él para ver si el hecho de que hubiera alguien al lado evitaba que me la robaran.

40 minutos después salí de la consulta y mi bicicleta y el vendedor de cupones seguían allí, así que compré un cupón. Si hoy no me han robado la bici poniéndolo tan fácil quizá quiera decir que hoy es mi día de suerte.