domingo, 25 de julio de 2010

Un domingo como Dios manda

Hoy ha sido un día duro, duro porque no he hecho nada. Me levanté tarde así que casi se me junta el desayuno con la comida. Hubo visita de alguna familia española del alemán así que no tuve que esforzarme mucho en hablar alemán. Dimos un paseo después de comer y merendamos. Esta es una de las tartas caseras que se pueden degustar aquí en una merienda del fin de semana.


Y después de cenar, he usado por primera vez la sauna que se han instalado en casa de los padres del alemán: ¡menudo lujo! tiene de todo, no sólo la sauna, sino también una ducha, un servicio y hamacas para relajarse leyendo. Cuando me toque la lotería me voy a comprar una casa para poder instalarme una sauna.

Ahora disfruto de una cerveza de trigo fresquita antes de ir a la cama a seguir descansando, que mañana emprendemos nuestro viaje al Lago Constanza para hacer la ruta cicloturista de este año.

Comentarios:
pasalo bien hermana. como juegas tu tanto a la loteria....
 
Si te digo la verdad, a algo juego en el curro. Pongo dos euros a la semana pero no sé muy bien en que se invierten. Si bien es cierto que suelo recibir a final de curso algún dinero de vuelta o nos lo gastamos en una cena.
 
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