jueves, 10 de mayo de 2012

Por primera vez


Siempre hay una primera vez para todo. Esta ha sido la primera vez que viajo sola. Y cuando digo: viajo sola, no me refiero a coger un vuelo o un tren a otra ciudad para visitar a alguien o hacer algo de trabajo. No, he hecho vacaciones sola.
Como tenía unos días libres en el trabajo (por cierto, el mes de mayo en las escuelas de Berlin se trabaja poco: 1, 17 y 28 son festivos, y además los dos primeros hicieron puente), me busqué un destino cercano y barato. Así que he estado en Praga.
Han sido dos días y pico muy interesantes. La experiencia de viajar sola tiene sus pros y sus contras. Por un lado te organizas a tu gusto y no dependes de los demás. Vamos, que haces lo que te da la gana. Pero por otro lado, faltan los compañeros con los que compartir los lugares bonitos y las malas experiencias si hace falta.
La Ópera de Praga
Si algo he aprendido en estos meses en Berlín, es que es uno mismo el que tiene que hacerse la vida agradable. Esta es una enseñanza de mi compañera de piso. Al principio, cuando descubrí que en el piso se usaba porcelana fina para el té y cubiertos de plata a diario, me sorprendí. Pero el motivo es sencillo: para que guardar esas cosas en un cajón  y que pasen de generación en generación. ¡Mejor honrar los ajuares de las abuelas dándoles buen uso!
¿A qué viene todo esto? Pues a que ayer me puse un vestido, pinté los morros y me fui a la ópera. Y esta vez para honrar a mi mismísima compañera de piso, en el descanso me tomé una copa de champán en el balcón de la ópera. Para ser la primera vez que iba a la ópera me parece que no escogí nada mal yendo a ver Carmen en Praga. Disfruté un montón no solo de la ópera sino también de la experiencia completa: el lugar impresionante, la música perfecta, la gente arregladilla… hasta la meteorología era espectacular.

En Praga visité todo aquello que un buen turista debe visitar y algo más que no vine en las guías turísticas: La torre de la Radio, por recomendación de mi hermana. La construcción no tiene desperdicio, aunque subir a ella ahora mismo no merece la pena porque el mirador está en obras y a mi parecer, debería estar cerrado, porque para presentarlo así… De todos modos, tiene unas buenas vistas a la ciudad y supongo que cuando lo acaben y pongan carteles informativos merecerá la pena subir.
¿Se puede cobrar por ver esto? Sí, se puede; pero no se debe.
Otra cosa que hice por primera vez fue ir a comer sola. Encontré en Tripadvisor un vegetariano que ponían muy bien y ahí me fui. Comí una sopa de gulasch, que muy auténtica no sería teniendo en cuenta que el gulasch original lleva todo tipo de carne. También comí un pastel que entre los ingredientes tenía lentejas y brécol, pero lo demás ni idea… Y lo acompañé con un vino checo. Tenía que probarlo antes de irme.  A mi me supo bien, aunque no era espectacular. El estado de ánimo influye mucho en el paladar.
Creo que antes de volver a España, encontraré el momento de hacer otro viaje sola.

Comentarios:
Estoy completamente de acuerdo con tu compañera de piso ¿para que guardar las cosas? Hay que usarlas o si no las quieres regalarlas, pero no meterlas en un armario.
Me alegro que la experiencia de viajar sola te haya gustado, aunque no me extraña si escogiste Praga.
No te imagino en la opera con una copa de champan, toda vestidita ... jejeje.
Besitos. La HP
 
Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]