domingo, 25 de mayo de 2008

Intercambio profesional

¡Cómo mola ir de compras cuando tu amiga es la dependienta! Todo el mundo debería tener entre sus amigos o familiares un médico o enfermera, un informático, un abogado y un personal shopper.

Mi amiga es de profesión dependienta pero para mi cumple a la perfección el papel de personal shopper. Cada vez que voy a la tienda donde ella trabaja, no tengo más que explicarle lo que quiero, y cuando consigo que entienda el concepto, porque a mi me falta el vocabulario adecuado, siempre da en el clavo. Y si es necesario me busca otras tallas o, como hizo ayer, me busca la misma prenda en la misma talla por si viene más amplia. Y de vez en cuando me ofrece algo que yo por mi misma no me probaría, pero que me gusta y que ella cree que me va a quedar bien. En definitiva, que acabo gastándome más de lo que tenía pensado pero muy a gusto.

Estaba yo reflexionando sobre lo que yo le puedo ofrecer a mis amigos profesionalmente y me parece que el trabajo de maestra no da tanto juego como otros. Pero bueno, hago mis pinitos con la peluquería (durante muchos años le sequé el pelo a Lucy para que estuviera monísima para el fin de semana y ahora le corto el pelo a mi hermano y a mi novio) y también hago pequeños arreglos de costura como coser bajos de pantalones o hacer fundas para cojines. Espero que no venga ahora nadie a criticarme por intromisión profesional.

Y ayer con ayuda y consejo de algunas amigas que se juntaron en mi casa me hice un tocado para la boda de Lucy, que no sé si al final me pondré, pero me entretuve un rato con el trabajo de investigación, compra de materiales y confección.

jueves, 15 de mayo de 2008

Plan Wagen

El fin de semana del puente de mayo me fui con unos amigos a Alemania. Hacía tiempo que queríamos hacer un Plan Wagen. Que ¿qué es eso? Es esto:


Alquilamos durante dos días el carromato y estuvimos dando vueltas por los alrededores. El primer día hicimos una barbacoa para comer. Nos llovió un poco, pero el carromato tiene un toldo extensible para protegerse y con un paraguas protegimos la comida, que como siempre en este tipo de circunstancias, supo a gloria.

El vehículo estaba acondicionado con 6 camas"tros" y un armario en su interior. Y en la parte de fuera tenía varios huecos donde guardar la comida, sillas plegables, los utensilios de cocinar y hasta una pequeña cocina con dos fuegos. No hay nada como unas fotografías para ilustraros, porque imaginárselo es un poco difícil.



No nos faltó de nada. Comimos como reyes y bebimos como cerdos. También caminamos algo y cantamos a la luz de la hoguera.









viernes, 9 de mayo de 2008

He perdido (la muela de) el juicio

Ayer por la mañana me eché desodorante en la cara pensando que era agua de avena... Menuda manera de empezar el día.

Supongo que estaba un poco nerviosa porque me sacaban una muela del juicio. Al final la operación no resultó nada dolorosa aunque sí desagradable. No debió de durar más de 20 minutos. Ay, pero cuando se me pasó el efecto de la anestesia... ¡Qué dolor! Así que llevo un día comiendo puré de verduras, de calabaza, de calabacín y yogures varios. Espero que al menos sirva para bajar algunos gramos.

Pero lo más surrealista del día fue cuando bajábamos en autobús del hospital y el conductor se equivocó de trayecto. Y encima el tío no dice nada y empieza a dar vueltas por la zona. La gente superindignada sin saber que pasaba. Así que mi madre se levantó para recordarle cual era la ruta del número 1 (el conductor estaba haciendo la del 10) Tuvimos que dar la vuelta para hacer la parada que se había pasado. Y es que lo que no me ocurra a mi en los transportes públicos...

Para hoy tenía un dilema. Debería escoger entre ir con los niños de excursión o ir a comer con unos amigos. Al final el dilema se resuelve solo: quedarme en casa con mi dolor.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]