jueves, 26 de febrero de 2009

Faltosa

Sí, faltosa. Así es como me llamaba Sor María, mi tutora de 3º de EGB. Y me lo llamaba porque ponía muchas faltas. Y es que yo no sé por que me pasa. Leo mucho, releo lo que escribo, tengo muchas dudas por lo que consulto a menudo el diccionario, uso el corrector ortográfico del ordenador... Pero siempre se me acaba escapando alguna falta.
Todo esto viene porque releyendo lo que escribí en la entrada anterior, encontré un error. No sé si nadie se había dado cuenta o si es que habéis sido muy discretos. De mis hermanos me extrañaría mucho que no dijeran nada.
Y prohibo contar en este blog la historia de CATORZE (Primana, hermana: estáis advertidas)

domingo, 22 de febrero de 2009

Cata de vinos

Ayer una amiga nos invitó a celebrar su cumpleaños en una tienda de delicatessen de la que ya he hablado. Primero tomamos unos vinos y picamos esas mariconaditas típicas de la tienda y después hicimos una pequeña introducción a la cata de vinos.

Nos sentaron alrededor de una mesa, con dos copas de vino, papel y bolígrafo. Primero tuvimos que oler unos pequeños frascos con aromas e intentar identificarlos. Y resultó que el mejor dotado para las cuestiones olfativas fue, el que quizá menos esperábamos. Yo me acercaba bastante y decía flores salvajes cuando era violeta o hierba húmeda cuando tendría que decir moho. Después nos hizo un pequeño cuestionario sobre los conocimientos del vino con preguntas como: qué dioses del vino conocéis, cuantas D.O. podéis nombrar o si es lo mismo un clarete que un rosado. Era un poco la manera de encauzar el diálogo aunque como íbamos ya todos un poco contentos al chico (que por cierto era bastante joven) le costaba mantener el orden y la atención de los participantes (y ahí me sale la vena de maestra). Al final nos dio una breve explicación de como catar un vino y pudimos, por fin, probar 2 vinos, un Rioja y un Ribera del Duero. Al final de todo el asunto, tienes una ganas de beber vino que no te aguantas.

Terminamos la fiesta con cava Alber i Noya y sorprendentemente para El Alemán y para mi, llegamos a casa a eso de las 3. Fue un cumpleaños divertido y distinto.

sábado, 21 de febrero de 2009

María Luisa

Esta mañana, y ya que no tengo pensado disfrazarme, he decidido hacer frixuelos para desayunar. El problema lo encontré cuando me puse a buscar la receta en los libros de cocina que tengo en casa y me encuentro con variaciones que no conocía: en algunas recetas te pedía que pusieras levadura, en otras almendra... Y yo sólo quería la de María Luisa que sé que lleva leche, huevos, azúcar y harina; pero no recordaba las cantidades.

Supongo que muchos de vosotros conocéis los libros de María Luisa: El arte de cocinar 1ª y 2ª parte. Son un clásico de la cocina asturiana y creo que en cada casa de nuestros padres se podrían encontrar al menos uno de sus libros.

Lo que no tiene desperdicio son algunos de los anexos que dicen cosas como las que siguen:
"El ama de casa debe conceder una importancia extraordinaria al acto de la vida familiar, la comida. En ella se pone a prueba su buen sentido y gusto (...) La mantelería debe elegirse de acuerdo con la categoría de la comida. Esta no debe ser recargada de bordados (...) En los banquetes y comidas por la noche no se sirve queso (...) La dueña de la casa es la primera en sentarse y la primera en desplegar la servilleta y empezar a comer. En lo que uno no debe demorarse."

El texto no tiene desperdicio, y aunque tengo que decir que la primera edición es de 1970, los consejos me parecen demasiado prehistóricos. Y además ¿por qué no se sirve queso por la noche? Y si la señora de la casa se sienta y despliega la servilleta ¿quién sirve la comida? No sé los demás, pero yo no tengo servicio.

Bueno, ya he dejado reposar la masa de los frixuelos, así que me voy a ver si he perdido el toque, porque hace 4 años que no los hago y la sartén que tengo no es la mejor.

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