jueves, 31 de diciembre de 2009

Un par de reflexiones

Está nevando así que no sé si nuestros planes de salir de la isla e ir a Brooklyn se verán frustrados.

Estaba en la cama haciendo unas pequeñas reflexiones sobre esta ciudad y sus habitantes. Aquí van algunas:

- Si bien se supone que la cultura de Sudamércia y España tienen muchos lugares comunes, también los países del sur del continente tienen semejanzas con EEUU. La amabilidad extrema pero en muchas ocasiones vacía es una de ellas. Quizá sea que desde mi punto de vista de persona seca y que no da rodeos a la hora de hablar su actitud amable y cariñosa con los desconocidos me pone nerviosa. Eso de entrar a una tienda y que te saluden preguntándote que tal estás tres veces, o que te persigan por la tienda para recordarte en otras tres ocasiones que todo está al 50% y ofrecerte su ayuda... Cuando al final acabas más rápido tú si subes un piso y buscas la talla que necesitas que esperando que el dependiente avise por el pinganillo al otro, que el otro busque el modelo para que al final te diga que no hay la talla. Además, al final, es todo cuestión de comisión.

- La comida también es otro tema que me choca mucho. No sé si empezar por la cantidad o por la variedad. En cuanto a la cantidad, hay que decir que no me extraña que esté gordos como vacas. ¿Desde cuando es posible quedarse empachada con una ensalada? Pues aquí es posible porque al añadirle tres salsas hacen que la idea de comida ligera desaparezca entre los ingredientes. Aquí una ensalada que me comí en el Harlem y de la que dejé en el plato un 50%. Lleva sour cream, salsa de tomate y una especie de salsa hecha de fabes pintas. La cosa verde es una tortilla (mejicana).

Y por otro lado está lo de las opciones de las que ya ha hablado mi hermano. Así que me limito a contar una experiencia. Cuando fuimos al pueblo donde vive mi hermano cenamos en un italiano. Escogí lo que iba a comer, pollo con una salsa de vino, pero el anfitrión, amablemente y sabiendo las dificultades que podemos tener los extranjeros con esto de las comidas, me indicó que me iban a dar como opción ensalada o pasta y de entre la pasta tenía que elegir entre todos los tipos y además me iban a preguntar si quería que la pasta estuviera debajo de la carne y por lo tanto también empapada en salsa o al lado y sin salsa o con salsa de tomate. Cuando vino la camarera y a pesar de saber todo lo que iba a ocurrir, tuve mis dificultades.

Otro día pateando la ciudad

Ver una ciudad desde el aire siempre me ayuda a situarme mejor, así que hoy subimos al último piso del Rockefeler Centre. La verdad es que las vistas son espectaculares y elegimos subir a The Top of The Rock en vez de al Empire State porque mi madre y mi hermano ya habían estado allí.



Después de dar unas vueltas por las calles con las tiendas más caras de la ciudad y ver infinidad de mujeres con gorros de putón de Baqueira y bolsos colgando del brazo doblado en un perfecto ángulo de 45 grados, fuimos a las Naciones Unidas e hicimos un tour guiado que a mi me gustó mucho. Mi madre hizo por segunda vez (la primera fue hace 29 años) el tour en inglés, así que le queda pendiente otro viaje a New York para hacerlo en español.

Esta es una foto de una escopeta convertida en guitarra que muchos músicos importantes han tocado.

Para acabar el día tuvimos un frustrado intento de compras del que salimos con las manos vacías.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

De la gran ciudad al pueblo

Ayer fue el día que más frío y viento hizo desde que estamos aquí, pero siempre puede empeorar.

No teníamos muchas posibilidades de hacer turismo por el viento y porque teníamos que coger un tren a medio día para ir a visitar el pueblo donde vive mi hermano, así que por la mañana volvimos a ir de compras.

A la hora de comer, pero sin comer porque hicimos mal unos cálculos y no nos dio tiempo a coger nada en la estación, cogimos el tren para Long Branch y lo primero que hicimos al llegar allí fue comer un bocadillo porque a las 3.30 con sólo el desayuno en el cuerpo estábamos que mordíamos.

De ahí fuimos a la universidad en taxi porque pasear no es una opción en ese tipo de pueblos. Estaba desierta porque están de vacaciones, menos en el pabellón de baloncesto donde el aparcamiento estaba a rebosar de coches porque había un partido de basket femenino.

Allí nos fue a buscar la dueña de la casa donde vive mi hermano y nos dio un pequeño tour por el centro del pueblo y nos acercó a la costa para que viéramos la playa y lo distinta que es a la nuestra. La costa no tiene relieve ni fin, no es una bahía, ni hay acantilados.

Fuimos a conocer la casa y tomamos un té con ellos antes de ir a cenar a un italiano. La vuelta en coche por la noche mereció la pena para poder ver la iluminación de las casas que no tiene desperdicio. Sacamos como conclusión que la electricidad es aquí muy barata.

martes, 29 de diciembre de 2009

Otro intenso día en Manhattan

Empecemos por el principio: hoy tocó hacer compras. Y fueron realmente exitosas, al menos para mi. Primero me compré unos Levi's por 30 euros y después unos playeros de monte. Esta última compra fue un poco larga y complicada. Fuimos a una tienda que tenía ropa y calzado de monte como para volverse loco. Encontré unos playeros que me gustaron y le pedí a un dependiente que me fuera a buscar la pareja del par. Como la tienda era tan grande tardó un montón, pero para colmo, cuando me puse el playero resultó que me lo había traído en modelo bota. Entonces volvió a tener que irse a buscar al almacén y cuando volvió y abrí la caja donde tendría que venir un sólo playero del pie izquierdo me encontré dos playeros 3 tallas más grande de lo que yo necesitaba. Así que tuvo que volver a irse a dar un paseo. Pero la espera mereció la pena, porque cuando fui a pagar los playeros que yo creía que costaban 114 $ resultó que me costaron sólo 54$.

Después continuamos de compras hasta que cansamos y nos paramos a comer en Noho y de ahí nos fuimos a coger el ferry que va a Staten Island. Fuimos, bajamos del ferry porque es obligatorio y volvimos a subirnos de vuelta. Se estaba muy bien allí porque no hacía ni frío ni viento y los colores de la puesta de sol eran muy bonitos. También dimos un paseo por Wall Street.

Como mis hermanos estaban muy cansados se fueron para casa y mi madre y yo fuimos a dar una vuelta por el barrio en el que tenemos el apartamento. Visitamos el mercado local e hicimos la compra para la cena.

Aquí va una foto de Manhattan desde el Ferry:



lunes, 28 de diciembre de 2009

Un día cargado de arte

Por la mañana fuimos a ver una misa gospel. Al principio parecía que iba a ser un rollo, pero el ritmo de la ceremonia fue creciendo y al final pudimos disfrutar de un super concierto y ver algunos negros entrar en éxtasis. Fue algo realmente sorprendente ver como la poca gente que había participando del culto (la mayoría éramos turistas) se dejaba llevar por la música y salían al centro a bailar y rezar mientras que alguna de las ayudantes que había por los pasillos les colocaban la mano en la espalda, supongo que para evitar que se cayeran. El problema se presentaba cuando la ayudante también entraba en éxtasis y dejaba de prestar sus servicios.

Después intentamos comer en un restaurante de comida Soul, pero fuimos a uno que recomendaba la guía de viajes y había cola de turistas esperando un sitio, así que cruzamos la calle y nos metimos en el primer restaurante que encontramos libre. Resultó ser un restaurante en el que no se servían bebidas con cafeína ni carne, así que comimos a base de ensalada y pescado.

Y por la tarde teníamos entradas para el ballet. Yo tenía ganas de ver el Cascanueces y compramos las entradas más baratas que encontramos sin preguntar muy bien dónde estaban. Así que vimos el espectáculo desde el lateral casi arriba del todo, pero al final resultó que lo vimos bien y yo lo disfruté mucho. Una de las cosas que más me sorprendieron fue que no se podían hacer fotos, únicamente podías acercarte al hall y dejarte fotografiar con una bailarina, después visitar la página web y comprar las fotos, o pedir que te hicieran cosas como bolsos o pañuelos con la foto. Esta era una atracción básicamente para niñas. Pero también se podían comprar las zapatillas usadas de la primera bailarina firmadas por ella. Que los americanos son los reyes del merchandising no se puede dudar.

Aquí van algunas fotos. Creo que aunque no salen los artistas en ninguna porque estaba prohibido sacar fotos durante las actuaciones, se puede suponer dónde fueron tomadas.






domingo, 27 de diciembre de 2009

Lluvia, arte y tortilla de patata

Ayer llovió hasta que cansó, así que nos pareció un buen plan ir de compras. Empezamos por un outlet, que debió ser el plan de todos los turistas que andan por aquí. Seguimos mirando cámaras y cuando ya estábamos cansados y bien mojados nos paramos a tomar un café y redefinir el día, porque ir de compras con el día que hacía y la cantidad de gente que había, no era un buen plan.

Decidimos aprovechar la tarde para ir al Metropolitan. Otro plan que también debieron pensar que era bueno el resto de turistas que no estaban de compras. El museo es impresionante y tiene arte hasta aburrir. Aunque pueda resultar extraño, lo primero que hicimos fue comer en un restaurante de los tres o cuatro que tiene el museo, que es self-service y como todo aquí es a lo grande. Después vimos arte moderno y arte de pintores europeos. Y cuando ya estábamos machacados, decidimos volver a casa utilizando el transporte por excelencia de la ciudad: el taxi, porque seguía lloviendo.

Terminamos el día disfrutando de una tortilla de patata y unos pimientos asados que hizo mi madre: casi como estar en casa.

sábado, 26 de diciembre de 2009

De una iglesia baptista al museo judío

Al final hemos tenido que ir al museo judío porque estaba todo cerrado. Primero nos acercamos a Harlem para intentar ir a ver una misa Gospel. No teníamos nada claro que hubiera misa ya que en las guías dice que hay servicios los sábados y domingos, pero siendo el día de Navidad... Al llegar encontramos a unas 15 personas haciendo cola a la puerta de la iglesia así que ahí nos pusimos nosotros también. Cuando dieron las 11 decidimos dejar de hacer el tonto y papar frío y nos fuimos dando una vuelta hasta el museo judío. Así que de misa gospel, nada de nada.

El museo judío me pareció muy interesante, sobre todo porque no era dedicado al holocausto, sino a la historia y rituales propios del culto. Había cola para entrar, como era de esperar. Teníamos pensado comer en el restaurante comida Kosher, pero se nos hizo tarde.

De ahí nos fuimos a la Central Grand Station que es la estación principal de trenes de NY y donde comimos.

Caminamos, seguimos caminando y gracias a que empezó a llover, nos decidimos a coger el metro y volver al apartamento.

viernes, 25 de diciembre de 2009

El Plaza huele a pis

Según mi opinión, porque mi madre dice que huele a productos de limpieza.

Y es que aunque no tengas interés en visitar centros comerciales, aquí no hay otro remedio si quieres entrar en calor. Hoy nos dimos un paseo por la Quinta Avenida, luego paseamos por Central Park y dimos una vuelta por Broadway. Comimos en un restaurante en Columbus Circle bastante pijo pero donde comimos muy bien. Después continuamos por la Séptima Avenida hasta Times Square y poco después cogimos el metro porque ya estábamos machacados.

Hicimos cena de Nochebuena alternativa. Fuimos a un restaurante español: El Quijote. Cenamos regular, eso sí, sobró comida como para un regimiento así que, sumergiéndonos ya en las costumbres del país, pedimos el doggy bag. Es muy probable que la comida de Navidad sean las sobras de Nochebuena.

Y mañana tenemos un pequeño problema: dan una probabilidad de lluvia de una 60% y además están todos los museos cerrados por ser Navidad, que era la mejor opción para un día de lluvia. Así que el único que está abierto es uno judío.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Donde tengo mis guantes tengo mi hogar

Eso es lo que debe pensar mi madre porque se ha venido con los guantes, pero no para el frío, sino para fregar. Y eso es porque cuando vino en el año 81 fue cuando descubrió que tenía alergia a los detergentes que combinados con el frío hicieron que se le agrietaran las manos hasta límites insospechados.

Nos hemos levantado a las 6.30 de la mañana aburridos ya de dar vueltas en la cama. Y llevamos casi dos horas intentando elegir entre las múltiples opciones cuál es la que más nos convence.

Yo les dejo hacer porque como soy la única que no había estado aquí antes me da igual a dónde me lleven. ¡Todo es nuevo para mi!

Aquí estamos

Pues a pesar de todo, llegamos sin retraso, sin perder las maletas y tenemos el apartamento que habíamos reservado.

Hace un frío que te mueres y todavía hay nieve en los bordes de la acera. De hecho, como no teníamos hielo en el congelador para que mi madre se pusiera en la rodilla, cogimos un poco de nieve de la puerta del edificio.

Ya hemos hecho nuestras primeras compras: leche, galletas, fruta y cereales. ¡Un señor coprón!

lunes, 21 de diciembre de 2009

Me voy a Nueva York

Eso es todo lo que sé, que mañana cuando salga de trabajar empezaré mi viaje dirección a Nueva York. Pero mucho me temo que va a ser un viaje lleno de obstáculos. Para empezar tenemos, mi madre y yo, que llegar en tren a Madrid. Sé que hace unos días estuvo la línea cerrada a la altura de Valladolid, espero que esté mejor y entre hoy y mañana no caiga una gran nevada por el camino. Además el miércoles volamos al JFK y las últimas noticias que dan los telediarios no son nada optimistas: la costa noreste de EEUU está cubierta de nieve y no sé cuantos vuelos se han cancelado en NY.

Y para colmo de males, el apartamento que habíamos alquilado en Manhattan ha sido alquilado dos veces. Así que quieren pasarnos a unos con una calidad inferior. Menos mal que tenemos a mi hermana gestionándolo todo y poniendo a los responsables de vuelta y media. ¡Cuánto me alegro de que haya heredado esa parte del caracter de mi padre!

Sí, sí, lo de pasar las navidades en NY es estupendo, pero los nervios que pasas para saber si llegas... no tienen precio.

martes, 15 de diciembre de 2009

30 minutos eternos

Esta mañana se fue la luz. Si hubiera encontrado las llaves cuando las busqué o hubiera tardado 3 segundos más en encontrarlas no me habría quedado encerrada en el ascensor. Menos mal que los vecinos me oyeron llamar al timbre.

Lo que me puso de muy mal humor es que todos los meses (o cada dos meses, no estoy segura) pagamos unos 36 euros del teléfono del ascensor para que cuando se va la luz no funcione. ¿Pues para qué sirve?

domingo, 13 de diciembre de 2009

Googleando a los exs

Hoy empecé a ver una nueva serie: "Todos mis novios" La escogí más o menos al azar, dejándome guiar por la estética de gente guapa, con buena dentadura y estilosa. Una serie sin ninguna pretensión más que hacer pasar el rato.

El caso es que en una escena empezaron a hablar de buscar en Google a los ex-novios para saber que había sido de ellos. Y automáticamente me fui a buscar al "Oveya". Sólo por curiosidad, para saber si salía en Google y acabé encontrando una foto. Me costó reconocerlo: de traje y gordo.

A continuación me busqué a mi misma para descubrir que se puede encontrar una foto mía con solo meter mi nombre y primer apellido. Pero ya le he puesto solución.

Esto es un vicio, me ha dado por buscar a Ana Cari para ver si aparece algo de ella y resulta que hay un montón de Ana Caris por el mundo. No voy a meter a la Lusi o a M. la peluquera porque con los nombres y apellidos tan comunes que tienen seguro que hay miles de ellas en la red.

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