¡Qué fea estás con fores!

Hoy fui al cine. Pero fue algo especial. Hay un ciclo sobre Charles Chaplin y vi "A woman of Paris" con música en directo. Una película en la que Chaplin sale 5 segundos. Ya había visto hace algunos años y también aquí en Berlín una película muda con música en directo: Metrópolis. En aquella ocasión fue acompañada solo de un piano y en un cine al aire libre. Lo de hoy fue un poco distinto porque la música la ponía una orquesta de unos 30 componentes. Impresionan los actores, cuanto dicen sin hablar, cómo acompaña la música, la simpleza de las imágenes...

Por si alguien lo dudaba: sigue lloviendo.

Por dónde empezar. Por las seis de la mañana. Esa es la hora a la que me ha despertado hoy el ruido de la lluvia. Y no he conseguido volver a dormir. Así que a las 7 de la mañana y después de una hora dando tantas vueltas en el sofá-cama que casi me hago un nudo conmigo misma, ya estaba desayunando. ¿Qué pasa cuando una se levanta a esas horas y no tienen nada que hacer? Pues que se le hace el día un tanto largo y a las 10 de la mañana ya le apetece estar metiéndose un buen menú del día entre pecho y espada.

El día empeoró cuando salí de casa y tras haber bajado 3 pisos, recordé que había olvidado la bolsa de la compra y tuve que dar la vuelta. Eso no es malo, me pasa casi a diario y así hago un poco de ejercicio. Lo malo fue que al volver a subir me encontré con el vecino del 4º. Creo que ya he hablado de él, pero hace muchos años. El susodicho creemos que tiene un problema mental: síndrome de Diógenes. Y cuando abre la puerta de su casa sala un olor insoportable, aunque la verdad es que no hace falta que abra la puerta, ya sólo con pasar por delante te puedes imaginar lo que hay dentro de esa casa. Así que cuando llegué a mi piso, me encerré en casa y esperé durante cinco minutos a que el tipo se fuera y el olor se dispersara un poco. Pegué la oreja detrás de la puerta y cuando ya no oí ningún ruido volví a bajar, sin respirar durante las tres primeras plantas. Pero cuando ya estaba tomando aliento creyendo que me había librado del peligro... Aparece el vecino en el rellano y encima se pone a hablarme. No hay nada como no entender el idioma, me hice la loca y salí pitando. La lluvia me pareció un alivio.
He seguido mi rutina diaria y hoy me he decidido por visitar el Museo Judío. Lo que más me gustó fue la arquitectura del edificio y una instalación llamada "Shalechet" sobre la que se podía caminar. Aunque las imágenes pueden ser muy evocadoras, a mi hoy me conmocionó más esta instalación que todo lo que vi.

He vuelto a casa y sigue lloviendo.

Cuando alguien ha estado secuestrado o perdido siempre siempre destacan en los periódicos lo importante que ha sido para esa persona crear unos hábitos, establecer rutinas.

Mi hermana y su alemán llevan ya unos días en España, por lo que yo estoy mucho tiempo sola, así que me he organizado para no pasarme el día holgazaneando y comiendo.

Todas las mañanas dedico un buen tiempo al desayuno mientras navego por internet, leo el periódico o veo alguna serie de televisión. Después hago una sesión de yoga: me busco algún vídeo en youtube y es casi como tener el profesor en casa. Con la ventaja de que puedes parar la explicación y repetir o pasar a cámara rápida si no te interesa demasiado; pero claro no te corrige las posturas ni te da ánimos. Echo de menos las clases de yoga con Cuca y Lalucy. Porque aquí cuando acabo la clase no tengo con quien hablar.

Y después del yoga, me toca clase de alemán. También con el ordenador. Si me falla el minipc un sólo día estaré perdida.

Entre pitos y flautas me llega la hora de la comida y planifico lo que hacer por la tarde. Unos días toca un museo, otros un paseo y a veces un helado con una amiga.

Hoy he visitado un museo, el de mi barrio: Kreuzberg. No es un super-museo, pero teniendo en cuenta que hoy llovía y que es gratis... No había nadie y cuando estaba viendo una exposición sobre fútbol femenino se me acercó un chico a preguntarme si estaba muy interesada en el fútbol femenino. Menos mal que no le contesté algo así como: "No, lo que pasa es que llueve y esto es gratis" porque resultó que el tipo era el fotógrafo que exponía y estuvimos unos 20 minutos hablando de los países árabes y de fútbol. Ahora estoy super interesada en el fútbol femenino.

No, Schnute y Maxi. Son dos osas, madre e hija, que viven en un pequeño recinto en Köllnicher Park. La verdad es que es bonito poder ver dos osos tan de cerca y en medio de la ciudad.Pero me dio la impresión de que tienen pocas medidas de seguridad, porque solo les separan de los viandantes una valla y unos arbustos de un metro de alto.

Mi hermana insiste en que me busque un tándem. A mi me da pereza. No me apetece enfrentarme a esa situación incómoda de: no nos conocemos pero que agustito estamos.

Navegando por internet encontré este articulo que me viene muy bien para justificarle a mi hermana por qué no hago tándem. ¿Para qué quiere que pase por esa situación si las probabilidades de aprender algo son escasas?

Seguiré estudiando alemán con Bianca, la mujer del programa de ordenador que mis hermanos me regalaron las últimas navidades y esperando encontrarme alemanes que no hablen ni español ni inglés.

Esto es para volverse loca. Lleva dos días lloviendo sin parar. Hace viento y frío. Sé que en cuanto salga de casa voy a ponerme pingando aunque lleve chubasquero, paraguas y me desplace en metro. Pero yo no aguanto 24 horas sin salir de casa. Ayer esperé durante horas a que acabara de llover. Pero como no lo hizo, salí.

Fui al Martin-Gropius-Bau. Vi dos exposiciones de fotografía que me gustaron. Pero no me dieron para mucho, porque en hora y media ya estaba bajo la lluvia de nuevo. Así que me di un paseo por la Topografía del Terror. Es una exposición que ya había visto hace algunos años y aunque está bien, se hace un poco largo porque hay mucha información que leer y se hace algo tediosa.

Después me di un paseo para localizar el Museo Judío y la Berlinische Galerie. Pero esos dos los dejo para la semana que viene.

Estoy sola en Berlín. Mi hermana y yo estamos haciendo un intercambio de piso. Ella está en el mío y yo aquí, en el suyo. Y que conste que yo estoy haciendo cosas que en mi casa no hago. Creo que no exagero si digo que hasta hace un par de semanas, llevaba más de un año sin pasar el aspirador. Y ahora parece que es mi mejor amigo. ¿Cuánto dura un estropajo? Como aquí no hay lavavajillas, perdón, lavaplatos (acabo de descubrir que la máquina se llama lavaplatos y que el lavavajillas es el detergente) y hasta hace un par de días éramos tres en casa, me da la impresión que se está gastando a un ritmo veloz y tendré que comprar uno nuevo dentro de poco. Me pregunto si mi madre estaría dispuesta a pagarle unas vacaciones a la asistenta para que venga aquí a limpiar.

Estos son los problemas y las dudas fruto del aburrimiento y el mal tiempo.

Esa es la combinación. Un poquito de arquitectura, un poco de plancha. Un poco de sol, un poco de limpieza. Eso es lo que estoy haciendo estos días. En cuanto a las labores de la casa, no me voy a extender, porque más o menos todo el mundo sabe lo divertido que es y todo el mundo lo tiene al alcance de la mano. Así que voy a profundizar en mi faceta de turista.

Me he cogido una guia del año 2002, que obviamente, está anticuada, pero es muy extensa y me gusta como está estructurada. Así que cada día me decido por un barrio y guia en mano me voy a recorrerlo.

El jueves fui a ver como está quedando la zona del Palacio de la República, un controvertido edificio que cuando estuve aquí el último verano estaban tirándolo y ahora están en obras.

El viernes estuve por la zona norte de Berlín-Mitte, viendo galerías de arte y patios. Pasé por zonas más turísticas como el Hackesche Höfe y el Tacheles pero también callejeé y descubrí zonas más tranquilas, parques bonitos, esculturas extrañas...

Ayer estuve por la zona del Tierganten. Disfruté muchísimo tomando el sol, a las 11 de la mañana se está de lo más tranquilo. Lo único que le falta es un lago en el que darse un chapuzón. Pero lo que hice, fue darme una vuelta en bici bajo la sombra de los árboles para refrescarme. Paseé buscando edificios de arquitectos renombrados, busqué la embajada española y vi también las de otros países. Está claro que el tema de las embajadas es una pura representación de grandeza, mostrarse ante los demás como grandes y poderosos países. Hay unos edificios de caer pa'tras. También me paseé por el Kulturforum que ayer estaba muy tranquilo. Supongo que los turistas hayan preferido hacer cosas al aire libre (ayer hacía un día muy bueno) que meterse a la sombra de un museo.

Las fotos las pongo al tuntún.

Menudo lío. Cuando abrí hoy mi cuenta de correo tenía 29 emails devueltos. La verdad es que yo no los había enviado. Así que lo que debió pasar es que me entró un virus en el correo y se autoreenvió a toda mi agenda. Menudo marrón.

El problema es que ahora no sé si debo seguir utilizando esa cuenta. ¿A alguien le ha pasado algo así? ¿Alguna sugerencia?

Eso es lo que caminé hoy con mi hermana, la amiga embarazada de casi 8 meses y su hijo de 2 años (aunque éste iba en silla). Creo que me he merecido las calorías que hoy he consumido.

He visitado Berliner Unterwelten. Te hacen una visita guiada por lo que fue durante la segunda guerra mundial un refugio antiaéreo y como siempre en Berlín, te dan una lección de historia.
Fue muy interesante y lo recomiendo.

Después di una vuelta con unas amigas. Una de ellas, que vivió en Berlín nos enseñó un trozo de muro que aún queda en pie delante del edificio de la asociación de la prensa alemana, y sin querer descubrimos otro que ni ella misma conocía. En la foto se puede ver, con dificultad, como el muro estaba compuesto realmente de dos muros y como lo han redecorado con esculturas. A su alrededor han creado un jardín y dentro han puesto unas sillas y unas mesas.


En esta segunda foto, el muro está integrado dentro de un edifico.

Al fin tengo bici. Ha costado conseguir una, pero ha merecido la pena la espera porque tengo una bici super "cool".
Era de la abuela del alemán de mi hermana. No se aprecia muy bien en la foto, pero es plegable. El sistema es bien sencillo, la barra del medio se puede doblar por la mitad y... ya está: bici plegada. Todavía me estoy acostumbrando a eso de frenar con los pedales hacia detrás. Hoy me he dado una vuelta por el centro y conseguí no atropellar a nadie.
Ayer fue la prueba de fuego porque con las ruedas recién hinchadas salí a cenar. Todo fue bien, no llovió y disfruté del paseo de vuelta por la noche y casi sin tráfico. El ritmo que llevábamos era lento porque mi bici no tiene marchas y porque con mi hermana y conmigo venía una amiga embarazada de casi 8 meses. Tengo miedo a que en España si ven a una mujer embarazada a las 2.30 de la mañana en bici, la lleven directamente a psiquiatría.

Aquí sigo yo, descubriendo el sistema educativo alemán.

En Alemania, como en España, la educación obligatoria y gratuita empieza a los 6 años. Durante el primer año de vida de los niños, son los padres los que se ocupan de ellos ya que tiene 12 meses de baja. Después suelen estar con una Tagesmutter (madre de día) que es una señora que puede hacerse cargo de hasta 5 niños en su propia casa. Sobre los 3 años y hasta los 6 es cuando van a la kita. Se ven muchas cuando vas caminando por la calle. Suelen estar en los bajos de los edificios y por lo que he visto, son más grandes de lo que parecen.

Ayer estuve en un bilingüe español-alemán. Tienen 17 niños, dos profesoras tituladas, una estudiando y una cocinera. También tienen de vez en cuando gente de prácticas. Me pareció muy grande teniendo en cuenta el número de niños: 2 salas de juegos, 2 salas de trabajo, una sala para dormir, una cocina, un despacho, los baños y una recepción tan grande como una clase. El recreo lo hacen en un parque cercano. En esta kita la mayoría de los niños tienen al menos un progenitor de habla española pero también los hay que no tienen ningún vínculo con este idioma. Puede ver lo bien que entendía y hablaba uno de estos niños alemanes. El sistema funciona.

Hoy he estado en una Kita, lo que en español ahora se llama un Colegio de Educación Infantil (anteriormente conocido como guardería). Me hermana tiene una amiga que está buscando una kita para su hijo, pero aquí el tema está un poco complicado, porque hay muchos niños y no tantas guarderías. Así que no le queda más remedio que apuntarse en las listas de espera.

Como no tengo mucho que hacer, hoy me fui con ella a visitar una de estas kitas. Es superimportante a la hora de elegir, saber qué sistema pedagógico se sigue. Y la que vimos hoy se basa en la pedagogía Waldorf. Pero durante todo el tour guiado que nos hicieron, en ningún momento se hizo referencia a el sistema pedagógico. Tampoco hicieron referencia a la necesidad de los padres de colaborar con el centro. Y es que se estila mucho en esta ciudad, que los padres trabajen cooperativamente con las maestras y participen haciendo comiditas, arreglando el jardín o pintando cuando es necesario. Me pregunto yo si esos padres dejan de trabajar para ir a la kita a colaborar.

Me acordé tanto de mis compañeras y amigas de infantil... Aquí tenían para 18 niños una maestra, una ayudante y una profesora en prácticas. ¡Para 18 niños! No me extraña entonces que salgan a jugar al parque más cercano o que vayan de excursión en metro.

Mañana voy a visitar otra kita, pero esta vez es bilingüe español-alemán. ¡A ver que me cuentan!

Hoy tuve mi primera clase de flamenco en Berlín. Sí, sí: flamenco en Berlín. Y para mejorarlo, la profesora era americana. Era una clase de técnica y sude como hacía mucho que no sudaba. Bueno, no tanto, porque el día de la carrera de la mujer sudé también muchísimo.

La clase se me hizo rara, porque allí nadie habló. Ni los alumnos entre ellos, ni con la profe, ni tan siquiera la profesora dio ninguna explicación. Se limitaba a decir: a la derecha, doble, punta... Al menos aprendí esta última palabra: die Spitze (la punta).

Y sudamos, no solo por lo que trabajamos, también porque todas las ventanas y la puerta tienen que estar cerradas para no molestar a los vecinos; así que hasta el espejo se empañó.

Por lo demás no hice nada. Mi hermana me pidió que me quedara en casa porque estaba esperando un paquete que habían quedado en traer hoy y... aquí no apareció nadie.

A veces me río o me quejo cuando mi hermana me pide que le traiga cosas de España. Cosas como un mortero o gomas de pelo. Pero tengo que aceptar que ayer entendí porque lo hace. Fuimos a buscar una sábana bajera y volvimos sin ninguna. Resulta que aquí todas son de tejidos extraños: elásticos o como toalla. Y solo la encontramos como la de España pero para cama de 90. Absurdo ¿verdad?

Mi hermana se ha puesto super contenta con las bandejas que le he traído. Ella llevaba mucho tiempo buscándolas, pero cuando encontraba una que reunía los requisitos de tamaño y estampado requeridos, no bajaba de los 25 euros. Yo le compré dos en los chinos por 4 euros.

Hoy fuimos a ver una película: Pina de Win Wenders. Me había quedado con ganas de verla en el festival de cine de Berlín. Fue mi primera película en 3D. La peli me gustó aunque a ratos era un poco lenta, pero lo del 3D no me acaba de convencer. Quizá deba ver algo tipo X-Men para valorarlo más.

Hoy he amanecido ya en Berlín. El viaje ha sido largo, muy largo (14 horas) pero no me quedó más remedio porque o gastaba horas o muchísimo dinero. Y es que no hay manera de viajar a Berlín en verano a un precio razonable.

Está lloviendo, hace viento y el día está de lo más gris. ¡Hasta me he tenido que poner el forro polar porque tenía frío! Pero tampoco tengo muchos planes para hoy: hacerme un hueco en el salón de mi hermana, hacerme un hueco en el baño... En definitiva, intentar acoplarme en esta casa sin causar demasiados estragos. Porque ahora no somos solo mi hermana y yo, también vive aquí su alemán.

Mi objetivo este verano, entre otros, es hablar en alemán. Así que intentaré hablar alemán mientras esté en presencia del novio de mi hermana. Igual me da por empezar a escribir en el blog también en alemán, que he suspendido el escrito de la Escuela de Idiomas.